jueves, 5 de abril de 2018

Desorden sin progreso II.



Desde la media noche del miercoles 4 de abril del 2018 esta por ser detenido Lula. Fue el  presidente más popular desde la vuelta de la democracia en Brasil, reelecto dos veces a esto se suman las dos reelecciones de Dilma, interrumpido su último mandato por medio de un golpe institucional. Es importante la manera que el PT llego a armar un partido político, llego a ser el más grande a América Latina. Se crea una paradoja que el candidato que mas consenso y buena imagen pública tiene va a ir preso, estamos hablando de un candidato que si se presenta a elección arrasa en las urnas. Ayer la corte Brasilera, luego de la votación de 6 a 5 decidio apresár a Lula. A esto se le pueden dar, desde mi punto de vista dos interpretaciones. Una es lo que dice el PT, que es una persecución política y personal, la derecha se reconfiguró, tal es el caso de Temer, una alianza que luego se rompe llegando a la destitución de Dilma con unos argumentos vacíos y muy flojos. De esta forma se decidió entre la oposición de derecha y el sector de derecha aliado al PT juntarse y terminar con Dilma; continuando con  Lula, de la manera que sea, si no es por los votos “como sea” poniéndolo preso. Aquí lo que se interpreta es una  persecución personal y política contra un partido de izquierda
En  este país La grieta es 20 veces más grande que la de Argentina, se nota entre la gente esa diferencia, muy marcada, de tendencias entre la población. El nordeste acostumbra ser por demás, dominado por las clases populares, mientras que el sur es un poco más aburguesado. Me toco ser testigo en las zonas de Vila Uberabinha e Indianápolis en San Pablo, zonas muy pudientes, cuando el tribunal de apelaciones brasileño ratificó por unanimidad la condena por corrupción pasiva y lavado de dinero dictado contra él en julio de 2017 explotó la pirotecnia y gritos de celebración.


Otra de las interpretaciones es que en Brasil te dicen que es un chorro, corrupto. Es verdad que hay muchos funcionarios del PT que están presos, no solo por el famoso  departamento si no que también por el lava jato, Petrobras y los sobres en el congreso. Si hicieron un gobierno de corruptos que no se quejen si la justicia actúa sobre eso.
En el caso de Lula, si es culpable, en todo caso lo dirá la justicia, pero también hay que tener en cuenta, antes de levantar testimonio contra esta corte y jueces,  que es una justicia que también mando preso a opositores de Lula y empresarios. No hay razones serias para sacar a Dilma al igual que Lula. Pero lo lamentable en esto es que el PT está lleno de corrupción, esa es la desventaja.








Lo preocupante de esto es que si miramos el mapa de Latinoamérica  dos de los tres principales países  de América son Argentina, Brasil y Venezuela. En dos la oposición no se puede presentar a elecciones, en Perú cuatro presidentes están fuera del poder, presos o prófugos en Paraguay Lugo destituido. Entonces te preguntas ¿a dónde va la democracia? ¿Que es justo y que no?  Podes pensar que  Venezuela es justo porque la oposición es golpista otros dirán que lo de Brasil es justo por que Lula es chorro. Acá la discusión no es quien es menos malo, estamos hablando de la libertad. La mitad de la gente de América Latina, según encuestas, dice que no cree en la democracia desde la década del 80. Es que la gente se empezó a plantear que no puede votar al que quiere. Se han conocido crisis gravísimas en  América Latina. Pero estas repercuten más ya que la legitimidad de la democracia parecería estar en duda.